‘Hay momentos en los que un hombre tiene que luchar, y hay momentos en los que debe aceptar que ha perdido su destino, que el barco ha zarpado, que solo un iluso seguiría insistiendo. Lo cierto es que yo siempre fui un iluso’. (Ed Bloom (Albert Finney) en BIG FISH de Tim Burton)

05 enero 2010

Carta sin destino

Carta sin destino, sin final, sin respuesta. Palabras lanzadas al viento intentando encontrar una luz que me ilumine, que me diga cual a de ser el siguiente paso. Ojala haya un siguiente paso, una nueva oportunidad, tan difícil, tan difuso puede resultar conocerte, simplemente eso, verte.
Te vi aquella tarde, te vi realmente y esperaba o creí mas bien que tu me vistes a mi también y que eso significaba algo, que nos conoceríamos, que descubriríamos quien era el otro y a partir de ahí quien sabe, el mundo es inesperado e inexplorado.
Siempre he sido prácticamente invisible, pero creí que tú me habías visto, aunque supongo que quizás era lo que quería creer porque es lo que me pasó a mí y nunca me había pasado algo así.
Supongo que puedo pasarme toda la vida escribiendo estas palabras y nunca conoceré realmente la repuesta.
¿Crees en la magia?¿En las conexiones entre personas o entre seres vivos? Yo si siempre lo he hecho o al menos lo he sospechado, ahora lo se con absoluta certeza si es que puede haber certeza en este mundo.
A veces te encuentras con otro ser y algo encaja, es como un puzzle, ocurre y no debes preguntar porque ni cuando ni el motivo, únicamente debes sentirlo y disfrutarlo. La magia no debe necesitar a la razón, debe nacer del corazón, supongo que este es otro de los motivos por los que soy invisible, lanzo preguntas al viento y dejo a mi alma y mi corazón sentir, a veces quizás debería razonar más y preguntar más…Ahora la pregunta es, esta historia es mía o ya adquirido su propio carácter, y tiene su vida y me lleva por donde desea, porque ya no habla de ti ni de mi, quizás eres mi musa y la inspiras esta y otras muchas ya para siempre, pero ya no habla de ti, no se hacia donde me lleva, hacia gente que se deja llevar por el corazón, románticos empedernidos que no encajan en este loco mundo, que se dejan a veces arrastrar por sus propios fantasmas, que intenta hallar el camino pero son incapaces de dejar su alma, su corazón a un lado.
A veces me pregunto si algo anda mal en mi para fomentar más y más esta locura de copos de nieve deshechos, de palabras lanzadas al vacío sin animo ni esperanza de ser escuchadas, abrazadas, acariciadas por unos dedos que buscan, que anhelan ese destello que atraviesa el alma, que nos arrastra y que nos condena pero que inevitablemente nos hace libres.¿Porque acaso nuestra autentica libertad no proviene de esa parte intima de nuestro ser?, esa que apenas nadie conoce, aquella a la que le debemos lealtad, aunque nos condene a la invisibilidad.
Hoy oí una frase: "una persona que trabaja con las manos es un obrero, una que trabaja con las manos y el cerebro un artesano, y aquel que trabaja con las manos, el cerebro y el corazón es un artista".
Resulte pretencioso para algunas personas lo que a continuación voy a decir pero entonces soy un artista, las manos uso, el cerebro poco pero algo, pero sobre todo hay corazón en todos mis pequeños destellos de locura, de palabras, de voces, gritos lanzados al viento, soy consciente de que no son escuchados casi nunca, oídos alguna vez pero escuchados difícilmente, pero dejaría de ser yo si renunciará a ellos. ¿Se puede renunciar al alma? Yo al menos creo que no, y realmente prefiero seguir siendo invisible a renunciar a que me guíe mi alma. Solamente lamento que probablemente no llegue a descubrir si me llegaste a ver, yo lo hice y me hubiera gustado seguir descubriendo quien eres.
Perderme un poco en mi locura y seguir lanzando destellos invisibles al mundo…
Arenas del tiempo olvidadas por los hombres, que caminan a su lado sin ser conscientes de su presencia.
Copo de nieve desecho, lamentos del viento, sombra de nada, luna de otoño en la que la primavera danzo junto a su cama y desde entonces busca entre las hojas su recuerdo. Y en un palacio a medianoche bailan entre estrellas y sueños, danza eterna, sin principio ni final cuando se encuentran, cuando se hallan.
Locura que proviene del alma misma porque sin ella no soy nada, sin ella puede que visible, pero ya nunca más yo, invisible pero libre, libre, siempre libre …

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